La carga de trabajo, estar en contacto con el dolor y la pérdida propios de la ancianidad, requiere una fortaleza emocional importante; si además se suman las tareas del trabajo y los conflictos que pueden surgir en el desempeño de las funciones de los trabajadores de geriatría, es vital desarrollar habilidades de comunicación y resolución de conflictos que eviten situaciones de estrés negativo añadido.